La Fresneda: la Roca del Sol



La Roca del Sol se encuentra en la zona del Camping La Fresneda.

Se trata de una enorme roca a la que se le ha dado la forma de elipse, con unas dimensiones de 2,5 metros por 3 metros aprox. en sus diámetros máximos, y que presenta una serie de cazoletas y grabados.

En ella creemos reconocer una imagen esquemática del sol, un grabado de una parte del curso del río Matarraña (y quizá con sus afluentes Ulldemó, Pena y Tastavins), una serie de lugares geográficos (el Parrisal parece muy claro), una alineación astronómica que resalta muy claramente el solsticio de invierno y, con bastante seguridad, el de verano, así como otras orientaciones que de momento no sabemos explicar.

A la roca se accede desde abajo por unas "escaleras", que se han esculpido en otra roca sobre la que descansa..

La parte extrema izquierda de la roca (según la orientación que da la foto) está mal acabada: las cazoletas no están terminadas y el borde de la roca no está bien tan bien pulimentado como en el resto de la misma. Hay que pensar, pues, que la roca se abandonó antes de terminada, por motivos que desconocemos.

Por resaltar el solsticio de invierno le llamamos "Roca del Sol", ya que solemniza el "nacimiento" del astro rey.

Otra particularidad es el grabado del río Matarraña, que es similar al que encontramos en Valjunquera.

La datación no es fácil, pero, siguiendo los criterios de Valjunquera y dada la presencia de arte esquemático (sol esquemático), podríamos hablar del Neolítico Final o de la Edad del Bronce, es decir, de hace unos 3.000 a 3.500 años.



Cartografía prehistórica: el río Matarraña


Presentamos estos tres dibujos:

a) el Matarraña en la ermita de Santa Bárbara de Valjunquera, con las "correcciones" de los giros del río, como explicamos en la página correspondiente.

b) el Matarraña en la Roca del Sol de La Fresneda

c) el Matarraña en un mapa de carreteras.

La similitud de los tres es indiscutible. Estamos, pues, ante los mapas más antiguos de Aragón. El territorio que cubre este mapa va desde el Parrisal, simbolizado aquí con una gran cazoleta, hasta el giro del río que lo enfila hacia el Norte, a su desembocadura al río Ebro (aunque dos líneas grabadas en la roca sugieren que se pretendía dibujar un tramo de este giro hacia el Ebro). Es la señal de identidad de una tribu que tenía al Matarraña como eje central, como eje de vida.

También, parece que estén representados los 3 afluentes del Matarraña: Tastavins (perfectamente situado) y Pena y Ulldemó (situados un poco más curso arriba del Matarraña de lo que en realidad están).


¿Qué conclusiones podemos sacar de este mapa?

1. El hombre es capaz de representar su entorno desde épocas muy lejanas. Hasta ahora, se creía que los primeros mapas son obra de las civilizaciones de Mesopotamia, Egipto y sobretodo los griegos.

2. La cartografía sólo es posible con sistema métrico (unas unidades de media). Tuvo que existir un "sistema métrico prehistórico", pues las proporciones entre los tramos del río en el mapa y sus correspondientes en la realidad están bastante bien conseguidas. Estamos ante un mapa en el que se han hecho mediciones previas del territorio.

3. ¿Para qué representar el entorno? Las necesidades de explicar los lugares de caza, los accidentes naturales, los itinerarios para ir a otro lugar y hacer intercambios comerciales ... Pero aquí estamos ante una motivación que no es ninguna de las anteriores: el sistema de creencias de la época (lo que hoy llamaríamos religión), que trata de cohesionar socialmente a un conjunto de personas que viven en una zona determinada. Hay que suponer, además, un sistema de ritos asociados, y unas personas que realizan tales ritos (sacerdotes).

4. La existencia de una tribu estable, asentada en el territorio, que tiene como eje el río Matarraña, con un nivel de desarrollo técnico e ideológico importante.

Haciendo una broma fácil, podemos afirmar rotundamente que, al menos en lo que a la cartografía se refiere, "Teruel existe" antes que otros muchos lugares de España..



El sol


Del centro de la cazoleta se puede trazar una línea que. uniendo otras dos cazoletas y un punto resaltado de la roca (4 elementos en total) señala la salida del sol en el solsticio de invierno, como explicamos más abajo. Por eso creemos que esta roca está dedicada a sol que renace cada año en el solsticio de invierno, señal de nueva vida y fertilidad, cuando los días comienzan a ser más largos y se abre un nuevo ciclo para la agricultura y la ganadería.

Otra línea uniría el centro de esta cazoleta contra otra, marcado el solsticio de verano. No hemos encontrado evidencia de que estén representados los equinocios.

El solsticio de invierno se ha "reconvertido" en el cristianismo en las fiestas de la Navidad o nacimiento de Jesucristo (que hace las veces de sol para los cristianos).

En la tumba de Newgrange, en Irlanda, de hace 5.000 años, penetra un rayo de sol en el sosticio de invierno y la recorre por entero. En todas las civilizaciones antiguas (egipcios, mespotámicos, griegos, hindúes ...) se celebra igualmente como el nacimiento del dios sol. Para los germanos y escandinavos es el nacimiento de Freya, la diosa del sol. En el México precolombino, en el solsticio de invierno nace Huitzilopochtli, dios del sol. Las dos fiestas principales de los incas coincidían con los solsticios; el de invierno era la fiesta de Año Nuevo.

Es un sol esquemático formado por una cazoleta central de unos 30 cm de diámetro, del que sale un único rayo de lineas rectas, representado de tal manera que todo el conjunto dibuja una espiral. "La espiral puede interpertarse como un símbolo del retorno, de la llegada y partida, del nacimiento y la muerte, la ascensión y la decadencia, la aparición y desaparición. Todo ello (...)en una conexión de significado con la representación de un movimiento cíclico o de un desarrollo de esa índole" (El mensaje de los símbolos - Manfred Lurker - Ed. Herder 1992).

En Wikipedia leemos que "la espiral es el símbolo más antiguo encontrado en todos los continentes, habiendo jugado un papel fundamental en el simbolismo desde su aparición en el arte megalítico. Parece que en muchos lugares representaba el ciclo "nacimiento -muerte -renacimiento" así como al sol, que se creía seguía ese mismo ciclo, naciendo cada mañana, muriendo cada noche y renaciendo a la mañana siguiente".

Lo que resulta muy curioso, y en nuestra opinión es una auténtica genialidad, es que el grabado quiere dar una idea de tridimensionalidad, al hacer que el rayo del sol sea más "grueso" (profundo) al principio y mucho menos "grueso" (profundo) al final.







Orientaciones astronómicas: Como decimos, está muy realzado el solsticio de invierno y también es posible que se haya querido indicar el solsticio de verano.

No hemos podido aclarar por el momento la propia orientación de la roca, con un "altar" en uno de sus extremos, ni tampoco una línea que aparece con claridad desde el Parrisal a la cazoleta que identificamos como de Todos los Santos, pasando por una pequeña cazoleta intermedia.






¿Lugares geográficos?



Con toda la prudencia que el tema requiere (pues se puede tratar de simples coincidencias), podemos identificar varias cazoletas con lugares geográficos: La Fresneda, Todos los Santos y el Parrisal, todos ellos de un fuerte contenido religioso en la Prehistoria. De ser así, estaríamos ante un mapa muy completo de una zona del Matarraña.


Las escaleras

Como se aprecia en la foto, la Roca del Sol descansa sobre otra en la que se han esculpido unas escaleras para permitir su acceso desde el nivel del suelo (aprox. 1,5 metros). Las escaleras también permiten el acceso a una hendidura en la roca, excavada a modo de pequeño altar.



Cazoletas y ritos de agua Las cazoletas se llenan del agua de la lluvia. "Las gotas que caen de lo alto pueden entenderse sin más cual semen virile, como semilla de varón. En dios hindú de la tormenta, Indra, es el "señor del campo" y el "toro de la tierra". Los indios pima de Nuevo México tienen un mito, según el cual la diosa madre en figura de una hermosa mujer fue fecundada por una gota de agua caída de una nube. (...) Adad, el dios babilónico de la tempestad, llevaba los sobrenombres de "intendente de los diques de cielo" y de "señor de la abundancia": cuando retenía la lluvia, aparecían la sequía y el hambre." (El mensaje de los símbolos - Manfred Lurker -Ed. Herder, 1992)

En una fórmula sumaria, podría decirse que las aguas simbolizan la totalidad de las virtudes; son fons et origo, la matriz de todas las posibilidades de existencia. "Aguas eres la fuente de toda cosa y de toda existencia", dice un texto indio, sintetizando la larga tradición védica. Las aguas son los cimientos del mundo entero; son la esencia de la vegetación, el elíxir de la inmortalidad, semejantes a la amrita; aseguran larga vida creadora y son el principio de toda curación, etc. "¡Que las aguas nos traigan el bienestar!", rogaba el sacerdote védico. "¡Las aguas, en verdad, son curadoras; las aguas expulsan y curan todas las enfermedades!". (Mircea Eliade, "Las aguas y el simbolismo acuático", en Tratado de Historia de las religiones, Ciudad de México, Biblioteca Era, 1972)



Alrededores de la Roca del Sol

Tres barras verticales
Las hemos visto en varios lugares del Matarraña (por ejemplo, en la ermita de San Pedro de La Portellada). Su datación es difícil, pues pueden ser medievales.

Dos cazoletas cuadradas
Más ritos de agua: en una roca plana aparecen estas dos cazoletas cuadradas (unos 15 cm. de lado)


Molino, posiblemente ibérico Esta es una zona de fuerte presencia íbera. Se han encontrado numerosas pesas de telar.

En la foto, un molino, en un abrigo de roca que en tiempos recientes se ha utilizado como habitáculo para los campesinos. Tiene forma cuadrangular, de unos 70 cm de lado.